sábado, 13 de diciembre de 2008

Oda Fitosanitaria

Perdido en mohosos anaqueles sancedinos hemos hallado un documento de indudable valor literario y sentimental. Dicho legajo incunable revela, con poesía ágil y precisa, el génesis fitosanitario. Quizá el tiempo cuartee la memoria, oxidando el aire de los pulmones y desgastando las viejas fotografías, quebrando el alma y las pretensiones humanas, pero en nuestros amarilleados recuerdos siempre perdurará la leyenda del fumigador.

Salir podrán las plagas del armario
gusanos, virosis, ácaros, ratas
hongos, zarzas, bichos de las patatas
hierbajos, orugas, todo el muestrario...
¡Alto, malditos! pues Diego y Mario
allá acuden raudos, ¡huid por patas!
Lo mismo los matas que los sulfatas
llevando el carnet fitosanitario.
Atienden y anotan con mucho dolor;
al curso acuden los dos hermanos
y estudian partes del pulverizador.
Con sus compañeros, de mente enanos
persiguen su sueño: ser fumigador,
pero eso será en otros veranos.

4 comentarios:

Alatriste dijo...

Pero ese "...lo mismo los matas que los sulfatas..." si fuera mío, podría mejorarse. En todo caso, ¿tan quebrantado anda el Señor del Abismo Imperfecto que ya le hacen epitafios?

Alatriste dijo...

...mucho acero es para derrocharlo tan de mañana, don Fumigador...

idoia dijo...

este soneto me ha llegado al alma, sí sí....

idoia dijo...

hay que colgar la última creación literaria del hermano Calvo!!